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El próximo año Ucrania abrirá al turismo la zona acordonada de un radio de 48 kilómetros alrededor de la planta de Chérnobyl, que ha permanecido cerrada desde el accidente del reactor nuclear ocurrido en abril de 1986.
Medida bastante sorprendente, ya que como afirma Geenpeace "Este es un problema que no se irá en pocos años. Estará allí por cientos de años” , según estudios de “expertos” que gustan tanto citar los activistas antinucleares, pero cuyos nombres rara vez dan a conocer.
Según ellos y los medios de comunicación hablan de 200.000 muertos (algunos hablan de 350.000) y pronostican otros 270.000 cánceres de los cuales 93.000 serán mortales.
Por supuesto, cualquier información que contradiga un panorama tan sombrío, son sólo intentos de “lavar la imagen de los impactos del accidente nuclear más grave de toda la historia humana”.
Entre los interesados por lavar la imagen de los enemigos del planeta y al mismo tiempo desacreditar la “noble causa” que los motiva, están participando en esta despreciable conspiración muchos animales que desafiando el “Consenso Científico sobre el
Accidente Nuclear de Chérnobil” (esos consensos que tanto les gusta a los ecofascistas), se han multiplicado especies tales como el lince y el águila real, caballos de Przewalski , mamíferos europeos de gran tamaño como alces, cerdos salvajes, venados, lobos, nutrias y linces . De las 270 especias de aves del area, 180 estan reproduciéndose, el resto son de hábitos migratorios. Pero esto incluye grullas, águilas marinas, halcones y demás aves rapaces. También peces de río como percas, capas y mojarras estan en abundancia. En ninguna de estas especies se han detectado malformaciones ni muertes prematuras por cáncer.
¿Entonces qué ocurrió realmente en Chérnobyl?.
En realidad, el accidente de Chérnobyl no mató a cientos de miles de personas ni contaminó grandes áreas por cientos de años. De hecho, poblaciones de Rusia, Ucrania y Bielorusia, casi no han tenido im
pacto sobre su salud ni sufre de leucemia con mayor frecuencia, ni dan a luz más niños con defectos congénitos.
Este es uno de los informes que entregó el informe del UNSCEAR (United Nations Scientific Committee on the Effects of Atomic Radiation, o Comisión Científica de las Naciones Unidas sobre Efectos de las Radiaciones Atómicas).
Obviamente las organizaciones ecologistas atacaron estos informes atribuyéndoles las más inconfesables intenciones y fue convenientemente callado por los medios de comunicación, tan amigos ellos por los titulares catastróficos, aplicando la máxima periodística: “nunca dejes que la realidad te eche a perder un buen titular”.
La mayor parte de los desalojos y las migraciones obligadas fueron causadas por la paranoia y dio origen a esas ciudades fantasmas que te muestran en los documentales para ilustrar “las terribles consecuencias del accidente nuclear”.
Una de las más dramáticas consecuencias de esta estupidez colectiva fue que miles de mujeres embarazadas de Ucrania y Bielorusia decidieron, o fueron persuadidas por los médicos, de realizarse un aborto. La cantidad de abortos en esas dos naciones Soviéticas durante 1986-97 fue igual a la tercera parte del total de niños nacidos en la Europa Oriental.
La gran cantidad de pensiones que se otorgan a las supuestas víctimas del desastre, que crece cada día (se estima que unos tres millones "calificarían") obedece al mismo mecanismo por el cual aquí se multiplican las pensiones otorgadas por el Informe Valech que hoy alcanza a 28 mil individuos y posiblemente se incorporen otros 32 mil más.
Medida bastante sorprendente, ya que como afirma Geenpeace "Este es un problema que no se irá en pocos años. Estará allí por cientos de años” , según estudios de “expertos” que gustan tanto citar los activistas antinucleares, pero cuyos nombres rara vez dan a conocer.
Según ellos y los medios de comunicación hablan de 200.000 muertos (algunos hablan de 350.000) y pronostican otros 270.000 cánceres de los cuales 93.000 serán mortales.
Por supuesto, cualquier información que contradiga un panorama tan sombrío, son sólo intentos de “lavar la imagen de los impactos del accidente nuclear más grave de toda la historia humana”.
Entre los interesados por lavar la imagen de los enemigos del planeta y al mismo tiempo desacreditar la “noble causa” que los motiva, están participando en esta despreciable conspiración muchos animales que desafiando el “Consenso Científico sobre el
Accidente Nuclear de Chérnobil” (esos consensos que tanto les gusta a los ecofascistas), se han multiplicado especies tales como el lince y el águila real, caballos de Przewalski , mamíferos europeos de gran tamaño como alces, cerdos salvajes, venados, lobos, nutrias y linces . De las 270 especias de aves del area, 180 estan reproduciéndose, el resto son de hábitos migratorios. Pero esto incluye grullas, águilas marinas, halcones y demás aves rapaces. También peces de río como percas, capas y mojarras estan en abundancia. En ninguna de estas especies se han detectado malformaciones ni muertes prematuras por cáncer.
¿Entonces qué ocurrió realmente en Chérnobyl?.
En realidad, el accidente de Chérnobyl no mató a cientos de miles de personas ni contaminó grandes áreas por cientos de años. De hecho, poblaciones de Rusia, Ucrania y Bielorusia, casi no han tenido im
pacto sobre su salud ni sufre de leucemia con mayor frecuencia, ni dan a luz más niños con defectos congénitos.Este es uno de los informes que entregó el informe del UNSCEAR (United Nations Scientific Committee on the Effects of Atomic Radiation, o Comisión Científica de las Naciones Unidas sobre Efectos de las Radiaciones Atómicas).
Obviamente las organizaciones ecologistas atacaron estos informes atribuyéndoles las más inconfesables intenciones y fue convenientemente callado por los medios de comunicación, tan amigos ellos por los titulares catastróficos, aplicando la máxima periodística: “nunca dejes que la realidad te eche a perder un buen titular”.
La mayor parte de los desalojos y las migraciones obligadas fueron causadas por la paranoia y dio origen a esas ciudades fantasmas que te muestran en los documentales para ilustrar “las terribles consecuencias del accidente nuclear”.
Una de las más dramáticas consecuencias de esta estupidez colectiva fue que miles de mujeres embarazadas de Ucrania y Bielorusia decidieron, o fueron persuadidas por los médicos, de realizarse un aborto. La cantidad de abortos en esas dos naciones Soviéticas durante 1986-97 fue igual a la tercera parte del total de niños nacidos en la Europa Oriental.
La gran cantidad de pensiones que se otorgan a las supuestas víctimas del desastre, que crece cada día (se estima que unos tres millones "calificarían") obedece al mismo mecanismo por el cual aquí se multiplican las pensiones otorgadas por el Informe Valech que hoy alcanza a 28 mil individuos y posiblemente se incorporen otros 32 mil más.
Si no me crees, te invito a visitar los vínculos de este posteo y para mayor abundancia, tienes más datos aquí
2 comentarios:
No estoy tan seguro si este asunto de Ucrania es tan falso como otras alarmas como usted señala, de seudo consenso, sin embargo no es mala idea recordar otras de ese estilo:
1. Glaciación inminente en los 70 de lo que ya se habló (gracias por la portada, no la conocía).
2. El famoso Y2K de los computadores.
3. El virus de la gripe n5h1.
4. El olvidado agujero de ozono.. siendo que el ozono es uno de los gases contaminantes más producido por nuestra tecnología.
5. Los bolsillo de Al Gore... digo el calentamiento global.
6. El agotamiento del petróleo... preguntenle a Brasil.
Hay más, pero de estas me acuerdo ahora.
Heitai: gracias de nuevo por tu visita.
Efectivamente, no es falso. El accidente sí existió y se produjeron muertes y secuelas.
El punto es que todo fué absurdamente magnificado con distintos propósitos.
Las cifras reales puedes verlas en detalle en el último vínculo. Te sorprenderás.
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