Hallazgos extraterrestres y periodismo basura

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En estos días hemos presenciado uno de los tantos bochornos periodísticos que ahora cada medio trata de deslindar en "algunas fuentes" que nadie sabe cuáles fueron.
Se sucedieron los más espectaculares titulares hablando del anuncio de la NASA sobre el hallazgo nada menos que de vida extraterrestre.
Uno creería que la experiencia acumulada debiese servir de algo.
Algo así ocurrió cuando un periódico de los EE.UU. -el New York Sun- publicó en 1835 una serie de artículos que generó una gran conmoción. La serie, compuesta por seis notas periodísticas, informaba sobre “recientes hallazgos en la Luna, efectuados a través de un avanzado telescopio por John Herschel.

El gran espectáculo partió cuando el primer artículo de la serie fue publicado el 25 de agosto de 1835, en la segunda página del diario, bajo el título de “Descubrimientos Celestiales” en el que podía leerse: “Acabamos de saber que Sir John Herschel ha realizado unos descubrimientos astronómicos maravillosos en el cabo de Buena Esperanza, gracias a un inmenso telescopio .
Herschel -un famoso matemático y astrónomo inglés, había organizado una expedición a Sudáfrica en enero de 1834, y había instalado un observatorio astronómico en la Ciudad del Cabo. La noticia del Sun citaba como fuente al Edinburgh Journal of Science, y el artículo estaba firmado por un -supuesto- “doctor Andrew Grant”. Grant era -teóricamente- un colega de Herschel, y se encargaba de explicar los avances técnicos que incorporaba el nuevo telescopio.
Los artículos en cuestión describían las maravillas que Sir John había sido capaz de ver mientras observaba la Luna. Se ofrecían interesantes detalles de la topografía lunar, bosques, cráteres, lagos, océanos y playas incluidos. Los lectores del Sun, gracias a estos artículos, se enteraron que nuestro satélite estaba repleto de manadas de bisontes que pastaban apaciblemente en las llanuras de la Luna. Grant relataba cómo unos unicornios azules se paseaban por las cumbres lunares y la forma en que unas criaturas anfibias esféricas rodaban por sus playas. Una serie de cangrejos, pelícanos y cebras, muy similares a las terrestres, completaban la fauna de la Luna. Era un material que habría causado la envidia del programa "Archivos Extraterrestres" del History. Como es lógico, a esta altura de los acontecimientos la gente no hablaba de otra cosa que de estos descubrimientos, y el Sun se vendía como pan caliente. ¿lindo no?

La capacidad de asombro del público no se había agotado cuando se publicó el sexto y último articulo: el descubrimiento de una tribu primitiva de seres humanoides peludos y alados, a los que Herschel habría llamado “vespertilio-homo” ( hombre murciélago). Ya se imaginarán el tiraje que tuvo en esos días, superando a varios meses.
Todo terminó ya que -supuestamente- el milagroso telescopio, en un descuido del astrónomo, se había orientado al Sol y los rayos solares concentrados por las lentes habían quemado el observatorio, dejándolo inservible. Esa fue, obviamente, la excusa para terminar con el gran fraude de la Luna.
Los periódicos rivales, intentando aprovechar la fiebre desatada por el Sun para vender más ejemplares, llegaron a fingir que habían obtenido copias de los artículos originales del Edinburgh Journal of Science y publicaban su versión de la historia, aunque -por supuesto- simplemente copiaban lo que aparecía en las páginas del Sun.
Herschel, ni había observado vida sobre la Luna ni había llevado a cabo ninguno de los avances técnicos que se le atribuían,es más, se enteró meses después del hecho, pues efectivamente estaba en Ciudad del Cabo haciendo observaciones astronómicas. La fuente citada por el Sun, el Edinburgh Journal of Science, habia dejado de publicarse varios años antes, y el autor de las seis notas, Andrew Grant, tampoco había existido nunca!. Se cree que el diario publicó la historia para incrementar sus ventas.
El Reverendo Thomas Dick, por ejemplo, había calculado y publicado en un libro (que se vendió en cantidades industriales) que el Sistema Solar contenía -exactamente- 21.891.974.404.480 habitantes. De ellos, 4.200 millones vivían en la Luna.
Como fuese, los lectores nunca se enteraron de las verdaderas intenciones del periódico, y a pesar del intenso debate público que despertó la historia, el Sun jamás admitió públicamente que todo había sido un engaño.
Los más perjudicados fueron los periódicos rivales, ya que quedó en evidencia que copiaban descaradamente a el Sun así como lo hacen actualmente nuestros periodistas.

3 comentarios:

Violante Cabral dijo...

Lo que te demuestra que desde que existe la prensa que existen los fraudes periodísticos, pero también hay que culpar a un público que no sabe ni pensar ni discriminar. Siempre dispuesto a creer cualquier patraña. Porque Orson Wells no tenía ninguna intención de asustar o estafar a su audiencia con su programa radial de la Guerra de los mundos y los tontos que lo oyerson si se creyeron qe los marcianos los invadían.

Mark de Zabaleta dijo...

Una mentira repetida en distintos medios...acaba siendo una verdad.


Mark de Zabaleta Herrero

Vicente Olazaran dijo...

Afortunadamente hoy tenemos a nuestro alcance conocer varias versiones de un hecho.
La era de internet nos pone los medios independientes allí, a la mano.
Podemos ir prácticamente al origen mismo por nuestros propios medios. El periodismo tradicional dejó de monopolizar el acceso.
Hoy cobra validez aquel dicho. "la ignorancia es la única desgracia voluntaria"

 

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