El desmoronamiento de un fraude

|

Por Eduardo Ferreyra

Desde hace un año han comenzado a aparecer estudios con pretensiones científicas que intentan dar una imagen horrible sobre el futuro del clima de la Tierra. Su finalidad es estrictamente política: presionar a los políticos para que se aprueben las medidas que dicen detendría al calentamiento y al cambio del clima. El gigantesco negocio amenaza con hacerse humo.La innegable realidad de lo que está sucediendo en el mundo ha comenzado ha actuar como un elefante dentro de un bazar dentro del cuidadoso esquema montado por los grupos que impulsaron al fraude del calentamiento global catastrófico. La teoría del calentamiento causado por las actividades humanas está siendo rápidamente reducida a añicos por la dura realidad. Los pedazos de cristales del Bazar del Calenta-miento van cayendo uno a uno, y a veces de a docenas. El estropicio es descomunal.Esto a obligado a los “calentadores” a ingresar en una fase de “control de daño” que distraiga la atención de todas las evidencias del cambio que ha ocurrido en la actividad del sol; el ingreso a una fase fría de la Oscilación Decadal del Pacífico y el consiguiente enfriamiento del planeta; los registros de temperatura que muestran una detención del calentamiento y un descenso cada vez más pronunciado de las mismas; los tres últimos inviernos del Hemisferio norte con temperaturas que han quebrado récords de frío que llevaban es-tablecidas más de 100 años; el avance de numerosos glaciares en diversas partes del mundo… es decir, dar una simple mirada por la ventana y comprobar que el profetizado calentamiento no ha dado muestras de manifestar sus apocalípticas consecuencias.Esta situación es grave para quienes ven que sus intenciones de controlar la energía y los recursos natura-les del mundo se van disipando como humo en el viento. Grandes grupos de burócratas que estuvieron be-neficiándose de sus posiciones y de espléndidos viajes a lugares exóticos para reunirse en congresos anua-les y discutir las medidas que detendrían al supuesto calentamiento, están profundamente preocupados por el impensado final de sus carreras.También está sumamente angustiada la legión de científicos que, con sólo añadir a su solicitud de fondos para investigar cualquier tontería la cláusula “…y comprobar su relación con el calentamiento global,” veían como el dinero fluía sin cesar a sus cuentas de banco, asegurando que no tendrían que regresar a oscuros y olvidados laboratorios para trabajar de verdad en algo más útil para la humanidad.Y la desesperación ha cundido entre los especuladores que, como Al Gore y Maurice Strong, trafican con los famosos “bonos de carbono”, los “permisos para emitir dióxido de carbono,” y los funcionarios de gobierno que veían que un aumento generalizado de los impuestos, los costos de generación de energía, y las multas por no cumplir con las futuras regulaciones les pondría al alcance de sus manos fabulosas cantidades de dinero de los contribuyentes para ser usados a su particular y caprichoso arbitrio. Aquí se observa con cla-ridad el "Sindrome de los Dedos Pegajosos", donde algunos billetes que pasan por sus manos se les quedan pegados. Naturalmente, a nadie le gusta que el quiten el caramelo que estaban a punto de comerse, o le reduzcan los generosos ingresos que venían percibiendo.

1 Comentário:

Rodrigovillegas dijo...

mmm bueno, el caramelo ya se lo estan comiendo las petroleras...

 

©2009 IDEAS PARA CONFUNDIR | Template Blue by TNB