Lo que menos entiendo es cómo la mayoría de las mujeres no se rebelan contra unas pocas feminazis frustradas y dementes que usan su nombre para aplastarlas justamente a ellas. Es el típico resultado de la acción unos pocos fanáticos para los que invariablemente sus primeras víctimas son siempre aquellas que dicen defender. Ya da igual si no defienden a los hombres de los ataques de estas basuras, ¡ pero por último defiéndanse a sí mismas!, arrincónenlas, si sólo son unas pocas locas bullliciosas que se amparan en su silenciosa resignación
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