Experimentos fallidos y una apuesta audaz

En el año 1991 se terminó de construir el “Biosfera 2”, un ecosistema artificial cerrado y hermético 1.27 hectáreas cuyo propósito era recrear una biósfera autosustentable para permitir el estudio de un estilo de vida sin dañar la Tierra. En forma secundaria, se esperaba que fuese un aporte para la instalación de posibles colonias en otros planetas.
El proyecto que tuvo un costo total de 200 millones de dólares, contenía selvas, desiertos, arrecifes de coral, tierras cultivables y un hábitat adaptado para el uso humano.
Este experimento tuvo dos misiones humanas sucesivas , pero a poco andar, los tripulantes sufrieron una continua sensación de hambre al no haber sido capaces de cultivar suficiente comida para ocho personas, que además, debían llevar un estilo de vida bastante ajetreado, porque obviamente los muchachos tenían sistemas de cultivo orgánico.
Finalmente el intento tuvo un final prematuro y cargado de conflictos con sucesivas deserciones y problemas con la composición del aire producto de errores de cálculo respecto a la interacción de los microorganismos y la fotosíntesis de las plantas, además del suministro energético.
En definitiva, el proyecto fue tanto desde el punto de vista científico y financiero un completo fracaso.
Luego de esta accidentada historia el “Biosfera 2”, fue cedida a la Universidad de Columbia quien al poco tiempo decidió devolverla a sus dueños originales. Finalmente pasó a manos de la Universidad de Arizona quien aceptó hacerse cargo de este elefante blanco para el estudio del Cambio Climático, previa donación de 30 millones de dólares por parte de su patrocinador original para su mantención.
La desesperación es una tentación para el fraude
Pero los problemas no terminaron allí, pues la instalación consideraba el suministro energético a través de paneles solares, pero se supo que tuvo que recurrir al gas natural para suplir su evidente déficit. Aparte de que también se descubrió que habían instalado purificadores secretos de dióxido de carbono.
La ciencia está plagada de experimentos con un final parecido que se iniciaron con grandes fanfarrias y gran cobertura en los medios pero con un muy poco decoroso epílogo del que normalmente nadie se entera, especialmente si éstos han sido muy costosos.
La apuesta
Como tengo esta tendencia compulsiva de subirme por el chorro, utilizo esta historia como introducción al verdadero tema de este posteo, con el riesgo de error que involucra hablar de cosas que aún están ocurriendo, cuyos resultados aún no se conocen y especialmente porque no soy un especialista, lo que hace que además sea una apuesta bastante audaz. Si a esto agregamos que cualquier persona como yo puede tener un blog, entonces tenemos un cóctel verdaderamente explosivo.
Si mis queridos lectores se animan, les invito a tratar de descubrir si el famoso Gran Colisionador de Hadrones ( LHC ) resultará ser otro costoso experimento fallido.
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