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A estas alturas todos hemos oído hablar del Calentamiento Global. Hoy por hoy, es uno de los temas más recurrentes de los medios de comunicación. Ha pasado a formar parte de los tópicos que sirven para rellenar noticieros al nivel de la obesidad mórbida, los destinos turísticos y otros. Incluso ha servido para que incluso el pobrísimo programa “cultural”: “La cultura entretenida”, lo incluya, aunque sea a su estilo: reciclando programas sacados de otros medios tales como el National Geografic.
Por lo general, se nos presenta con imágenes de fondo con catástrofes naturales, grandes masas de hielo desmoronándose en los glaciares, inundaciones, tifones, etc.
Y si alguna duda le queda a alguien, se le ha otorgado al señor Al Gore nada menos que el Premio Nóbel por su contribución para hacernos tomar conciencia que nosotros, los seres humanos somos responsables de este verdadero apocalipsis. Esto es lo que se denomina como “Calentamiento Global Antropogénico”(CGA), es decir, causado por el hombre. Todo el mundo al menos ha oído hablar de su obra: “Una verdad incómoda”.
A pesar de todo, increíblemente, aún persisten algunos sacrílegos escépticos que se atreven a cuestionar esta visión, e incluso a afirmar que no existe unanimidad en la comunidad científica con respecto al CGA.
Me siento tan impresionado por la cantidad de gente influyente y medios que difunden esto, que si usted señor lector, por alguna casualidad se ha dedicado a investigar un poco más aquello, o peor aún, a dudar siquiera un poquito, yo no lo conozco y no diga que me conoce o que alguna vez leyó esto.
Por lo general, se nos presenta con imágenes de fondo con catástrofes naturales, grandes masas de hielo desmoronándose en los glaciares, inundaciones, tifones, etc.
Y si alguna duda le queda a alguien, se le ha otorgado al señor Al Gore nada menos que el Premio Nóbel por su contribución para hacernos tomar conciencia que nosotros, los seres humanos somos responsables de este verdadero apocalipsis. Esto es lo que se denomina como “Calentamiento Global Antropogénico”(CGA), es decir, causado por el hombre. Todo el mundo al menos ha oído hablar de su obra: “Una verdad incómoda”.
A pesar de todo, increíblemente, aún persisten algunos sacrílegos escépticos que se atreven a cuestionar esta visión, e incluso a afirmar que no existe unanimidad en la comunidad científica con respecto al CGA.
Me siento tan impresionado por la cantidad de gente influyente y medios que difunden esto, que si usted señor lector, por alguna casualidad se ha dedicado a investigar un poco más aquello, o peor aún, a dudar siquiera un poquito, yo no lo conozco y no diga que me conoce o que alguna vez leyó esto.
